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Las finanzas no siempre son lo primero en lo que piensan las personas cuando reciben un diagnóstico de cáncer. Las preguntas principales podrían incluir, ¿cuál es la prognosis? ¿Cuáles son las opciones de tratamiento? Y ¿quiénes son los mejores especialistas?
Pero cada vez más, también deben considerarse los costos del cáncer además de sus aspectos físicos y emocionales. Esos costos pueden sumar montos importantes y frecuentemente las cuentas suelen sorprender a los pacientes.
Varios tipos de costos relacionados con el cáncer
Desafortunadamente, los costos del cáncer son de varios tipos.
Si tienes un seguro médico, podría esperarse que cubra todos tus costos relacionados con el cáncer, y muchos de ellos deberían estar cubiertos. Los costos médicos directos incluyen pruebas, medicamentos, procedimientos, cirugías y algunos suministros médicos. El seguro médico probablemente cubre estos costos si se considera que son “necesarios desde el punto de vista médico”. Es decir, si tu tratamiento concuerda con las pautas estándar de tu cáncer específico y tus proveedores de atención médica (HCP, por sus siglas en inglés) creen que los necesitas, es más posible que tu seguro los pague.
Sin embargo, incluso si tu seguro cubre los costos médicos directos, puede que tengas que obtener su aprobación de antemano (denominada “autorización previa”). Obtener esa aprobación puede ser un dolor de cabeza. Si tu plan de tratamiento es menos común o si deseas mantener consultas con un proveedor de atención médica que no es miembro de la red de tu seguro, es probable que no obtengas la aprobación.
Aparte de los costos médicos directos de tu tratamiento contra el cáncer, podrías tener muchos otros tipos de gastos. Por ejemplo, alimentos o suplementos nutricionales especiales podrían ser importantes, pero los seguros comúnmente no los cubren. O, aunque la atención médica esté cubierta, servicios médicos proporcionados en el hogar podrían no estarlo.
Si debes viajar para obtener tu atención médica, al otro lado de la ciudad o a una gran distancia, también debes considerar estos costos. Ya sea que debas pagar por el parqueadero de un hospital en el centro de la ciudad o que tengas que viajar para obtener atención especializada lejos de tu hogar, los costos de viajes pueden ser un desafío.
Si vives con cáncer, podrías necesitar ayuda adicional para el cuidado de tus hijos, de tus padres o de tus mascotas. Podrías necesitar más ayuda en tu hogar o con mandados que tú no podrías hacer durante algún tiempo. Los costos de cuidadores podrían ser considerables y, para muchos, impagables.
Los costos del cáncer podrían ser incluso más difíciles de manejar debido a los “costos de oportunidad”, es decir, las oportunidades que se pierden para ganar dinero. Si estás teniendo un tratamiento, es posible que no puedas trabajar o que tengas que recortar tus horas laborales. La pérdida de salarios o de beneficios médicos de tu trabajo podría transformar una dificultad financiera en una crisis. En un estudio del costo del cáncer de 2022 realizado por HealthyWomen y CancerCare, casi la mitad de personas que recibían tratamiento activamente experimentaron algún tipo de pérdida financiera y el 6% incluso perdieron sus trabajos.
Lidiar con el estrés de las dificultades financieras relacionadas con el cáncer
El primer paso para manejar el estrés muy real de los costos relacionados con el cáncer es reconocer que no estás sola. El informe de los costos del cáncer de HealthyWomen mostró que pagar por los costos del cáncer era estresante para 6 de cada 10 personas encuestadas. Casi 1 de cada 2 pacientes con cáncer reportó sentir estrés, preocupación y presión debido a los costos directos e indirectos de la atención contra el cáncer.
También es importante pedir ayuda o permitir que personas ayuden cuando ofrecen hacerlo. Las personas en tu vida muy posiblemente desean ayudar, pero es posible que ellos necesiten que les digas que sería lo más útil para ti. Tal vez un vecino pueda encargarse de mandados o un amigo cercano podría ayudarte con quehaceres del hogar. Estos gestos podrían ahorrarte el costo de contratar a alguien y podrían darte una sensación de seguridad al saber que no estás sola.
El desgaste emocional de un diagnóstico de cáncer es real. Los aspectos financieros del cáncer solo dificultan más esos desafíos. Si te sientes angustiada, deprimida o generalmente abrumada, obtener terapia u otro tipo de atención de la salud mental también podría ser útil.
Mitigar las cargas financieras relacionadas con el cáncer
Sin un seguro médico, los costos directos del cáncer pueden ser devastadores. Pero si no tienes un seguro médico, hay formas en las que puedes obtener cobertura.
Si no tienes un seguro médico de tu trabajo, ¿hay alguien en tu hogar que pueda agregarte a su cobertura? Si no es así, visita el mercado virtual federal de seguros médicos(Healthcare.gov) o el de tu estado. Si perdiste tus beneficios recientemente, podrías inscribirte incluso si no es durante el período de inscripciones abiertas. Si tus ingresos son bajos o inexistentes, podrías cumplir con los requisitos para subsidios generosos.
Dependiendo de tus ingresos y de las regulaciones de tu estado, podrías cumplir con los requisitos de Medicaid, el seguro médico que maneja tu estado para personas con muy pocos ingresos. Asimismo, dependiendo de tu edad y de tu condición, podrías inscribirte en el programa de Medicare. Estos programas ofrecen buenas coberturas y muchas protecciones para los consumidores, frecuentemente gratis o a costos muy bajos.
Con o sin seguro, si tienes dificultades para pagar por atención médica, podrías cumplir con los requisitos para recibir asistencia financiera de tu hospital o clínica. Asesores financieros del hospital frecuentemente pueden orientarte en el proceso de asistencia financiera del hospital, la cual podría incluir una solicitud formal. Si rechazan tu solicitud, es posible que puedas apelar dicha decisión. Las intervenciones médicas usualmente también establecerán un plan de pagos que te permita pagar montos pequeños cada cierto tiempo, a veces sin intereses. Sé honesta acerca de lo que puedes pagar en forma cómoda.
Si no puedes obtener asistencia financiera del hospital o del centro médico, es posible que el asesor financiero pueda proporcionar otro tipo de asistencia. Podría ayudarte a que recibas apoyo de alguna comunidad local o de organizaciones religiosas, o incluso, de programas de asistencia de copagos del fabricante del medicamento. Algunas organizaciones sin fines de lucro también te ayudarán a defender tus derechos o a negociar cuentas por ti.
Finalmente, muchas personas recurren a campañas de financiamiento colectivo para recaudar el dinero que necesitan. Ya sea que simplemente sea una campaña formal o que trates de obtener asistencia financiera en forma informal, no se puede negar el poder de tu comunidad para ayudarte a lidiar con las dificultades emocionales y financieras relacionadas con el cáncer.
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